La bibliotecaria y archivera Marisa Mediavilla empezó a comprar volúmenes sobre y de mujeres hace 40 años porque le interesaba el feminismo y cumplidos los 73, ha terminado de recopilar, con ayuda desinteresada de otras colaboradoras, una colección de más de 30.000 ejemplares, una verdadera biblioteca dedicada a la mujer, la única en Madrid y la primera con vocación nacional.
Los fines de toda biblioteca son reunir, organizar, conservar y difundir, ésta pretendía hacer lo mismo con la historia de las mujeres, sobre todo de España.
El espacio que antes ocupó la sección femenina de la Falange alojó al movimiento feminista independiente durante años. La colección tomó cuerpo sobre el año 1985 y en 1986 se le unió Lola Robes, una escritora feminista que siguió colaborando hasta 2001.
El Instituto de la Mujer, a quien Medivilla donó la colección en 2006, le informó el pasado 2 de noviembre de acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid para alojar la biblioteca durante cuatro años, prorrogables, en la sede de lo que ahora es el edificio okupado. Para ella, sería importante que la colección, que considera solo un punto de partida, dependa en un futuro de una red pública de bibliotecas que asegure su continuidad.
Entre estos libros se encuentran tales como "La polémica feminista en la España contemporánea", de Geraldine Scanlon, "El sufragismo en España", de Concha Fagoaga, o "Mi luchas por la igualdad jurídica" de María Telo.